Nuestro deber es proteger estos ecosistemas, siendo el único
modo para que no se extingan más especies de mariposas
Las mariposas reciben el nombre científico de lepidópteros
(significa alas escamosas), porque sus alas están recubiertas por miles de
escamas diminutas e imbricadas. Pertenecen al orden de los insectos.
Se conocen unas 170.000 especies de lepidópteros: una décima
parte son diurnas, y el resto son nocturnas. Su inmensa diversidad y su gran
capacidad para adaptarse a cualquier clima, las sitúa entre las criaturas con
más éxito evolutivo de la tierra: sus hábitats cubren desde la tundra ártica y
las cumbres alpinas hasta los tórridos manglares y selvas tropicales
Supervivencia de las mariposas
Las mariposas siempre se han consideradas frágiles, porque no
tienen armas de ataques para protegerse, a parte su gran belleza y colores.
La táctica más común en las mariposas es el camuflaje y en este
modo pueden confundirse con un entorno siempre más hostil.
Las mariposas nocturnas, evitan los depredadores como las aves
volando de noche, pero a veces no se libran de los murciélagos: sin embargo
muchas de ellas son capaces de oír sus chillidos y así los evitan